La psicogeografía -una extensión del psicoanálisis que en los últimos años está siendo recuperada gracias a algunos estudios científicos en el ámbito de la neurociencia- indica que la exposición a determinados espacios es capaz de alterar el comportamiento, las emociones y hasta la percepción del tiempo y de uno mismo.
También la pedagogía se ha ocupado de ello. De esta forma, en su célebre charla TED, Ken Robinson aseguraba que existen evidencias de que las escuelas menoscaban la creatividad de niños y niñas a partir el primer curso de primaria. Un paradigma de la educación que se articula mediante la configuración de espacios de aprendizaje que abandonan las mesas para grupos y la diversidad de materiales y de colores del aula de parvulario, en favor de un diseño monótono y jerarquizado de la clase de primaria. Este concepto, con reminiscencias a su origen castrense, se ha traducido en filas de pupitres orientados hacia la mesa del docente, diseño que, a su vez, fue replicado en el ámbito laboral. Sin embargo, gracias a la ergonomía y a la psicosociología del trabajo, este modelo hace tiempo que entró en regresión. La ciencia derivada de dichas disciplinas ha influido en que muchas compañías hayan tomado conciencia de la importancia de recuperar parte de aquel espíritu del jardín de infancia.
Acertar en lo que se refiere a condiciones del espacio que favorezcan la generación de ADN innovador implica asumir que no existe una única fórmula útil para todos los contextos y que cada organización debe explorar su propio modelo, sin que esto signifique empezar a construir desde cero.
Tras haber estudiado y experimentado en la materia durante el último lustro, os propongo aquellos aspectos que considero claves en el diseño de espacios de trabajo que facilitan la creatividad y la innovación:
- Estandarización moderada:
Existe la creencia de que los empleados desviarán su atención si se rodean de objetos más allá de los estrictamente necesarios para trabajar. En contra de esta postura encontramos algunos estudios que parecen demostrar lo contrario. La personalización del escritorio contribuye a generar una sensación de bienestar que redunda positivamente tanto en la creatividad como en la productividad.
En Zappos, empresa pionera de la venta online de calzado, se potencia la autoorganización hasta el punto de que cada equipo decora su espacio de trabajo con plantas, trofeos, fotografías y otros elementos que hablan mucho de sus gustos, motivaciones e historias personales. Esta libertad para customizar el entorno, como defiende Tim Brown (CEO de IDEO), estimula la interacción entre compañeros, cultiva la comunicación y la compartición de experiencias. En definitiva, se trata de acciones potenciadoras de la innovación.
La diseñadora holandesa Rosan Bosch introdujo en las oficinas de LEGO amplias zonas libres de escritorios con grandes estanterías para organizar materiales de trabajo con la intención de facilitar la inspiración; uno de los conceptos más interesantes que ha aportado, el del “abrevadero”, consiste en un espacio abierto para fomentar las conversaciones “de pasillo” que tanto contribuyen a la comunicación de ideas o la gestación de colaboraciones de manera informal y espontánea.
- Flexibilidad:
Tenemos otra muestra de la importancia que se da al diseño del espacio de trabajo, en Valve, donde los escritorios personales son móviles. De esta forma pueden unirse para colaborar proyectos cuyos equipos se forman conectando las aspiraciones de cada empleado.
La posibilidad de que el espacio cambie de manera ágil es crucial en el desarrollo de sesiones de trabajo y workshops de creatividad e innovación. Por ejemplo, en Barcelona, everis dispone del Living Lab, edificio equipado con mobiliario, pantallas, pizarras y otros dispositivos movibles que permiten crear configuraciones muy diversas al momento, lo que facilita el cambio actitudinal, la colaboración y la correcta aplicación de las técnicas requeridas en este tipo de actividades, que acostumbran a desarrollarse alrededor de paneles visuales verticales de gran tamaño.
- Arte:
Durante los años de la crisis económica, Eurogroup Consulting llevó a cabo un programa de instalaciones artísticas dentro de la oficina, algunas de las cuales retaban a sus profesionales a reflexionar sobre el rol de la consultoría en aquel contexto de incertidumbre global. Otros creadores alteraban los espacios de reunión para provocar dinámicas diferentes a las habituales. En este sentido, Facebook es un referente y desde hace más de una década mantiene su propio programa de artistas en residencia, con grafitis, murales y otros formatos pictóricos y escultóricos alrededor de temáticas como la diversidad cultural y la comunicación.
- Verde que te quiero verde:
Es de sobra conocido el efecto regulador de la temperatura, de la humedad y de la calidad del aire asociado a la vegetación pero, además, se ha observado que el contacto con árboles y otras plantas reduce el riesgo de estrés y nos predispone al aperturismo al percibir y procesar estímulos, más allá de los patrones de actividad cognitiva acostumbrados y recurrentes de cada persona.
Muchas empresas incluso llegan a contratar servicios para la llevar a cabo reuniones creativas en casas de campo, en recintos ajardinados o, directamente, en medio del bosque.
El color verde (en diversos tonos, a excepción de los más oscuros) también ha demostrado ser una buena elección para estimular la generación de nuevas ideas.
En los próximos años, con el fomento expansión del teletrabajo, las empresas deberán encontrar la forma de ayudar a los empleados a preservar en su justa medida cada uno de estos aspectos. Estaremos atentos a los avances en la innovación en digital workplaces, en especial a aquellos que faciliten la convivencia del entorno online con lo tangible y analógico, a los que no pongan límites a la capacidad de crear e innovar de cada uno de nosotros.